lunes, 1 de diciembre de 2008

Feliz Cumpleaños a ti

Cumplir es una palabra fuerte, si, generalmente repetimos cumplió años, cumplió su tarea ó cumplió con lo encargado pero de dónde coño salió eso de cumplir años.

El Diccionario de la Real Academia Española maneja varias definiciones sobre esta palabra como la que señala que consiste en ejecutar un deber, una orden, un encargo, un deseo, una promesa y la vida no es un deber, una orden, ni un encargo, si acaso se puede tener el deseo de seguir poseyéndola.

Cada vez que alguien suma 365 días a su vida debería decirse disfrutó, gozó, padeció, soportó, llegó a otro año; dependiendo del caso aplicar la palabra adecuada.

En tu caso creo debe decirte que gozaste otro año. Has sentido, experimentado emociones, tenido y poseído útiles, agradables y desagradables momentos; eso habla del disfrute de los sentidos, olores, sabores y de haber palpado diferentes texturas ¡eso, eso es estar vivo!

Un año más no debe ser un peso, sino un disfrute. Si no te has dado cuenta eres de las consentidas de Dios, de las más rebeldes quizás, pero consentida al fin, sino cómo explicas que se te vayan concediendo poco a poco tus deseos.

En Días pasados una persona de edad más avanzada que la mía –que cada día son menos- me manifestaba su extrema preocupación por el futuro, orgulloso de su pasado y responsabilizándose de sus errores, su mirada apenas focalizaba un objeto u persona, y justo esa catarsis, ese viaje a los recuerdos que perturbaban su conciencia, es lo que le impedía lo más valioso y lo único que poseemos: nuestro presente.

Sí, el pasado quedó atrás, el futuro aún no existe, es el presente el que debemos gozar, disfrutar, paladear, deleitar, saborear pues. A veces vivimos tan inmersos en nuestros problemas creados que no nos damos cuenta de lo afortunado que somos. Sí también soy un existencialista, por eso tengo las armas para invitarte a que disfrutes, hoy más que nunca, el momento en que estas viviendo.

El maestro Sabines tiene razón: si sobrevives, si persistes, canta, sueña, emborráchate. Es el tiempo del frío: ama, apresúrate. El viento de las horas barre las calles, los caminos. Los árboles esperan: tú no esperes, éste es el tiempo de vivir, el único.