jueves, 11 de noviembre de 2010

Manual para secuestradores

¡Hola México!

Debido a la inseguridad que vive nuestro país muchos empresarios, políticos y periodistas se han visto en la necesidad de emigrar, en contraste otros se han quedado y tratan de continuar con sus actividades normales, tal como lo apreciamos en diversas revistas que lee la gente bien y quienes aspiran a serlo.

Por eso en la revista Hola descubrimos gratamente como Martha Debayle, la periodista estrella de la W, que conduce uno de los programas de mayor rating, abre humildemente de par en par, las puertas de su hogar y apreciamos su espectacular casa decorada de forma exquisita. Explica como alcanzó el amor y ejemplifica como debe ser una “good wife”.

Debayle comparte con todas las mujeres mexicanas cual debe ser el look para el cambio de focos de alguna lámpara, en caso de fundirse. Viste un espectacular vestido de raso francés combinada con otras vaporosas telas de color fiusha. Parada sobre unas escaleras blancas y levantando ambas manos para enroscar de forma adecuada la bombilla. Su cuerpo es sostenido por unas espléndidas zapatillas azul turquesa con unos tacones de una altura aproximada de 20 cms.
En la revista Hola se observa cual es la forma adecuada de vestirse para hacer café. Martha Debayle, quien tiene más de 80 mil seguidores en twitter, luce un minivestido de color negro, de corte perfecto, que en la parte de la falda hace una especie de plumaje, del mismo color, simulando el cuerpo de un avestruz. En la imagen se aprecian los sensacionales acabados de su cocina y el buen gusto en su decoración. A lo largo de la entrevista la conductora habla todo el tiempo de su fabulosa vida.

Por otra parte, ¡alabado sea el señor! otra mexicana que valientemente permanece en el país, es Marina Armida, quien en la revista CARAS se define como sangrona y de carácter fuerte. Rompe el silencio y relata su versión de su divorcio tras los largos once meses de casada con Rolando Santiesteban, el empresario restaurantero que “en 2004 fue señalado por la disidencia del Partido Verde Ecologista de México, como uno de los supuestos presta nombres de Jorge Emilio González”.

Para tal efecto la cara revista le dedicó un reportaje titulado “Crónica de un divorcio anunciado” de alrededor de diez páginas donde Marina modela ropa de diversos diseñadores en casa de unos amigos que viven en Polanco, ya que la modelo no cuenta con departamento ni casa propia, debido a que el matrimonio civil, que se realizó en el Museo Casa de Bola, fue por bienes separados, por lo que difícilmente le toque una parte de la fortuna del empresario restaurantero. La unión religiosa se llevó a cabo en el Hotel Plaza de Nueva York, el cual es su favorito por “ostentoso y dorado”.

En la revista que habla de “El estilo de la sociedad mexicana” se aprecian fotos de la boda religiosa a la que asistieron 200 invitados, entre ellos Ninfa Salinas, Jorge González Torres, el joven Senador ecologista Manuel Velasco Coello y Santiago Creel Jr. y en el mismo ejemplar la modelo revela lo que cree fue el motivo de su separación con el empresario “él se imaginó otra cosa de mí, o se enamoró de un estereotipo”.

Marina desnuda su alma, lo que se aprecia en su respuesta cuando la cuestionan con respecto a qué se dedicaba antes de casarse con el amigo íntimo de Jorge Emilio González: “Nada”, responde de forma tajante.

No crea que la entrevista es insustancial, pues aclara que no fue ella quien le pidió matrimonio como se ha rumorado y cuenta que “el anillo de compromiso, por mucho el más bonito que he visto en mi vida. La piedra es redonda pero está montado de tal manera que se ve cuadrada, fue siempre como lo imaginé y me gusta mucho"; pero aclara más adelante que la joya no será devuelta ya que es algo muy especial, que le trae grandes recuerdos.

Para rematar, en la rápida revisión de revistas que hice gracias al patrocinio de Carlos Slim, leí una declaración que me conmovió casi hasta las lágrimas. Ernestina Sodi, quien sufriera un secuestro un par de años atrás, revela lo que le prometió a Dios en caso de quedar libre, y no fue precisamente que haría una encomiable labor social, crear una A.C para ayudar a superar el trauma de personas que fueron secuestradas, abrir un albergue para niños de la calle ó convertirse en vocera de alguna ONG; no, la señora prometió la difícil, dolorosa y heroica tarea de no volver a utilizar joyas en toda su vida; a pesar de que puede hacerlo, claro.

Como podemos apreciar en las distintas facetas, declaraciones y puntos de vista de los personajes involucrados, ellos abren no sólo las puertas de su hogar para ser fotografiados, abren también su corazón, desnudan su alma, expresan su solidaridad con el resto del país y denotan su profunda preocupación por los demás.

No cabe duda que quienes modelan en estos catálogos para secuestradores deben ser muy valientes para ser desafiantes, muy imbéciles para ser tan transparentes o muy hijos de puta para ser tan impertinentes. Ser vanidoso es un pecado capital, ser pendejo un arma mortal.