¿Desde cuándo tenemos que pagar para que alguien nos escuche? Desconozco en qué parte de la historia me perdí, cuando reaccioné mis conocidos utilizaban el nombre de su terapeuta como muletilla, no tomaban decisión alguna sino lo consultaban y para sentirse integrados a la sociedad se afilian a cualquier grupo de ayuda.
El objetivo de este espacio es compartir mi visión sobre lo cotidiano. Lo que escuchamos, observamos o sabemos, y uno que otro cuento.Así es la vida, nos guste o no. ¿Quién soy? buena pregunta, alguien que nació en la selva, pero que cambio el verde calido de las ceibas por el gris frio del asfalto.
sábado, 31 de mayo de 2008
¿En qué parte me perdí?
¿Desde cuándo tenemos que pagar para que alguien nos escuche? Desconozco en qué parte de la historia me perdí, cuando reaccioné mis conocidos utilizaban el nombre de su terapeuta como muletilla, no tomaban decisión alguna sino lo consultaban y para sentirse integrados a la sociedad se afilian a cualquier grupo de ayuda.
miércoles, 28 de mayo de 2008
Tres palabras
lunes, 26 de mayo de 2008
Ella me dijo adiós
viernes, 23 de mayo de 2008
Cartas de amor en tres tiempos
A penas te conozco y no puedo dejar de preguntarme cómo pude vivir sin ti. Tu mirada quedó impregnada en mi memoria. El solo recordarte me agita el corazón, enchina la piel y provoca una corriente de emoción que golpetea toda la parte interna de mi piel, como queriendo salir por los poros. Sabes, debo confesarte que te quiero en la mañana, a medio día y por la noche, a veces te prefiero cuando te sueño porque es cuando más atrevida eres, me dejas rozarte la espalda con mis dedos y darte un beso detrás de las orejas. Si, te quiero mientras te quiero ¿se podría querer más?
A t t e
Un hombre enamorado
Te quiero cuando he bebido (Carta 2)
Me siento apenado por la tarde que llegué la noche de ayer. Traté de no hacer ruido para no despertarlos, a ti y al bebé. Espero que no te enojes mucho. Sabes como es esto, los amigos, el ambiente, la música y los tequilas.
Mira cariño no pienses mal, me conoces y sabes que no me iría con nadie, tengo mis defectos pero mi mayor virtud es la lealtad. Recuerda que juramos ser siempre leales, estar siempre juntos. Si me tomo una copita de vez en cuando es para relajarme, para olvidar tantos problemas y para verte como eres, esplendorosa. Sabes, te quiero más cuando he bebido. Te quiero cuando me gritas, pero sobre todo cuando me miras, rodeas mi cuerpo con tus brazos y me preguntas ¿porqué has tomado? A lo que de inmediato te respondo ¡porque así te quiero más!
Atte
Tu amor
Te quiero en pretérito (Carta 3)
Cuando siento tu respiración cerca de mi quisiera arrojarte contra la pared y gritarte la repulsión que siento por tu cercanía. Cuando caminando me tomas de la mano quisiera soltarla de inmediato, perderme entre la gente y hacer que no te conozco. Cuando entre las sabanas tu mano se desliza bajo mi ombligo y me hago el dormido quisiera gritarte ¡basta!
Pero qué le voy a hacer, estuviste conmigo cuando la facultad estudiaba para el examen y juntos repetías las lecciones, cuando temerosos rompimos el tabú de la virginidad, para luego levitar juntos y atravesar el pasillo que nos conducía al altar, pero sobre todo estuviste a mi lado al escuchar el primer grito de nuestro pequeño Daniel.
Estuviste conmigo cuando mi imagen de jefe de familia era cuestionada ante la falta de ingresos y luego me enseñaste a dar mis “nuevos” primeros pasos tras ese estúpido accidente. Por eso, cuando siento ganas de alejarte de mi, viajo al pasado y recuerdo lo grande que eres como madre, como esposa y que fuiste como pareja. Definitivamente, te quiero en pretérito.
Como escribió Sabines: “después de todo –pero después de todo- sólo se trata de acostarnos juntos, se trata de la carne, de los cuerpos desnudos, lámpara de la muerte en el mundo”.
Si, te quiero en pretérito. Cuando puedo gritar tan fuerte como el silencio lo permite, abrazado de la almohada, sintiendo tan cerca como quieres, pienso y concluyó: sí, te quiero cuando se apaga la luz y viajo al pasado.
Con cariño
Tu esposo
miércoles, 21 de mayo de 2008
Moderna historia de amor
martes, 20 de mayo de 2008
En la red
Polvo somos y en polvo nos convertiremos. Un polvo que se esparcirá en el ambiente y seguramente terminará sobre un escritorio, una computadora o perdido en la red, en la red de nuestros sueños, de nuestras frustraciones, de nuestros éxitos y nuestros fracasos. En la red que hoy te hace conectarte con el mundo y cuyo camino es tan solo un delgado, moldeable y oscuro cable. Una red que te atrapa y a través de la que tratas de descubrir quién eres. Y tú ¿ya te conectaste?
lunes, 19 de mayo de 2008
Si puedes tú con Dios hablar
¡Que duro es ser mujer! pensé al despertar de ese sueño. Era tres veces marginada. Era mujer, era indígena y era pobre. Mi padre me exigía limpiar temprano la casa, lavar rápido la ropa, ayudar a mi madre con la comida. Me gritaba que ya estaba para vestir santos pues en esa comunidad si a los 18 años no te has casado difícilmente lo harías. Me indicaba que me casará con quién fuera. Para ser una buena mujer debía tener muchos hijos, atenderlos diariamente, hacerles de comer, llevarlos a la escuela, cuidarlos y protegerlos, para que mi esposo no tuviera queja de mí. A parte a éste le debería ser fiel, generosa en los modos, gentil en los tratos y obediente en los hechos.
Me sentía mal ¿qué podía hacer? Era mi destino por ser mujer. Mi obligación era ser buena hija, buena esposa y buena madre. Pero ¿eso me llenaba? Era importante que los demás se sintieran bien, pero yo ¿qué hacía con todo lo que llevaba dentro?
¿Qué podía hacer? Me habían enseñado a ser obediente, sumisa y llevadera. De no ser así seguramente nunca lograría ser aceptada por los demás. Lo mismo hizo mi madre, seguro, lo harían también mis hijas y nietas.
La angustia me consumía, el corazón se agitaba y yo me negaba a continuar las reglas del juego…Afortunadamente desperté. Me senté en la cama, sudoroso y preocupado sólo alcance a exclamar: ¡Dios bendiga a las mujeres!
Inmediatamente me cuestioné ¿de donde sacarán tanta fuerza para enfrentarse a la vida? Y encontré la respuesta en aquel pensamiento inglés que dice: El hombre fue creado cuando la naturaleza se hallaba todavía en su aprendizaje; la mujer, en cambio, cuando la naturaleza era ya una hábil maestra en su arte.
viernes, 16 de mayo de 2008
¡Sí, los hombres amamos a las cabronas!
lunes, 12 de mayo de 2008
DF, año 2030
DF, año 2030. No sé si es porque aún no despierto del todo pero no logro entender lo que en los medios de comunicación se debate. Según percibo una mayoría partidista ya aprobó tiempo atrás la legalización de la pederastia y la zoofilia, “es una medida de avanzada, de vanguardia” leí había declarado un diputado que en el pasado había sido una importante modelo, de izquierda claro. El debate ahora es si se debe o no permitir “la interrupción” de la vida a partir de los 18 años, es decir, a quienes crean no lograran su proyecto de vida tendrían la posibilidad de “detener su ciclo de vida”.
No puedo creer que hayan pasado solo 23 años y ya se permitan tantos cosas en la capital del país, pero caro lo han pagado porque ni en el 2012 ni en el 2018 “la izquierda” logró ganar la Presidencia, ya que en el resto del país “las mayorías” no piensan igual. No acabo aún salir del asombro cuando leo que en la universidad de la Ciudad imparten licenciaturas tan extrañas como la de “Asistente sexual” con especialidad en menores de edad con indefiniciones en sus preferencias.
La enfermera, Beatriz, me explica que a finales del 2007 la mayoría en la asamblea había logrado dar un marco “legal y digno” a las empresarias del placer, muchas de las cuales ocupaban importantes espacios en la vida política y académica capitalina, parece que una encabeza el Instituto de la Mujer y otra es rectora en la Universidad Padierna Autónoma del DF (UPADF) . Al leer en el diario que un joven político había solicitado la disolución de sociedad de convivencia con “Penchi”, una hermosa perra de extraña raza, por “incompatibilidad de caracteres” me siento en dimensión desconocida, esto va más allá de mis neuronas, que a estas alturas preferirían permanecer dormidas.
Beatriz viste de negro –por aquello de ejercer su libertad- es una emo y sabe de mis emociones, de la tormenta interna y del tsunami de mi sangre, ella es sensible y lo percibe, me abraza y explica que han surgido otros partidos, que si la mega izquierda y la ultra derecha, me explica del gran desempleo generado por no haberse hecho reformas energéticas, laborales, ni fiscales, de cómo se fue terminando el petróleo y como algunos lideres sindicales fueron quemados en pleno zócalo. Me cuenta como un ex gobernador sonorense llegó a ser Presidente y el fracaso del sistema parlamentario en México. Trato de entender los cambios en tan poco tiempo, la distribución de la Ciudad por colonias de tribus urbanas, y la aceptación de recursos del narcotráfico para campañas políticas y para construcción de unidades habitacionales.
La enfermera me cuenta que los nietos de Slim han privatizado el centro histórico y se de debe pagar una cuota para acceder a esa zona, que cobran cover para entrar a catedral o para acceder a las zona comercial “Bejarano´s Ligas Shop”.
Ella explica que empezaron con el aborto, siguieron con la eutanasia, la legalización de la prostitución, la pederastia, la zoofilia y ahora están con la discusión de la interrupción voluntaria del ciclo de vida cuando se considera los proyectos de vida ya se perdieron. Creo que debí haberme quedado dormido más tiempo o de plano no despertar jamás… ¿habrá alguna ley que me permita regresar al pasado? No entiendo ¿Qué no escucharon a las minorías de las que hablan a nivel federal? ¿no realizaron foros ni hicieron grandes debates? ¿No hubo referéndum ni plebiscitos? Desperté abruptamente y me di cuenta que soñé que había soñado.
domingo, 11 de mayo de 2008
Un día triste
Inteligente y vivaracho el pequeño con el mejor nombre que un hombre pueda tener “Jesús”, se acercaba a mí y me decía: “Papá, papá, dame un peso”. Astuto e inteligente supo identificar uno de mis tantos vacíos y cada mañana por muy cansado o fastidiado que estuviera me levantaba el ánimo, pues me veía a lo lejos y entre el tumulto me identificaba para después gritar “Papá…aquí estoy” yo le alzaba la mano derecha y el a veces corría y se acercaba.
Era una extraña complicidad, mezcla de quien se sabe engañado y quien se sabe descubierto. A veces mientras ascendía por las amplias escaleras que conducen a la superficie me gritaba “ten un buen día Papá”.
Hace unos días que no lo saludaba por lo que pregunté a otros niños “¿dónde se metió Jesús?, No lo he visto”, uno de ellos de golpe me dijo “se quedó en el viaje”; No lo podía creer ¿Por qué?
Ya no habrá quien me levante el ánimo en las mañanas, ni que me recuerde una parte de los tantos vacíos que tengo. Seguramente mientras suba por las amplias escaleras que me llevan a la oficina me cuestionaré ¿por qué no hice algo por él? Tal vez escucharé el dulce eco de su voz que me grite “Papá ten un buen día”, quizá mi cuerpo vibrará por dentro pero lo mantendré relajado por fuera, las piernas firmes para dar bien los pasos en mi camino y pisar cada escalón hasta ascender y llegar al asfalto que tantas almas solitarias sostiene.
viernes, 9 de mayo de 2008
A los amigos que he perdido en el camino
Cuando escuchas hablar de cosas que no compartes puedes dar el avión o combatirlo sin tregua, pero cuando te enfrentas con ideas con alguien con quien compartes tantos recuerdos de das cuenta que tal debate no aleja sino fortalece ¿Por qué?
Si en verdad conoces a tu interlocutor sabes que debes respetar su espacio, reconocer su derecho y tratar de explicar su decisión; porque es el ejercicio de su derecho a manifestarse, a disentir y refutar lo que muestra la libertad de la que disfrutamos y que nos pertenece por el simple derecho de existir. No compartes claro, pero respetas. Sin duda, de las cosas que nos distingue de los entes irracionales están la consideración y la deferencia.
Cada cual arma su propia personalidad y observa como se forma su amigo, hermano, primo o compañero, por eso es que tienes deferencia, por eso tienes consideración, por eso respetas. Negar su derecho a discrepar sería tanto como negar tu existencia misma y representaría borrar los gratos recuerdos coleccionados a lo largo de tu vida. Eso pasa, si pasa, hasta entre quienes se quieren tanto. Si pasa, hasta entre los amigos de siempre, algunos de los cuales se han quedado en el camino. Y la vida, la vida sigue.
jueves, 8 de mayo de 2008
A mis madres !
Más de veintisiete años de no tenerla y aún puedo percibir el olor de su piel, el sonido de su voz, el calor de su abrazo y su inexplicable mirada, esa mirada tan especial que siempre me enviaba mensajes cuando nuestros ojos se encontraban. Pocos años la disfruté pero fueron suficientes para tener una presencia continúa en cada paso de mi vida. Su lugar lo llenó la abuela, una grandiosa mujer que contaba historias y que me aseguraba yo era el preferido por ser “negrito”. Querida por todos quienes la conocían y con el mayor número de “nietos” que he sabido, le surgían de forma espontánea pero explicable. Bastaba cualquier frase que soltara para sentir que ya la amabas.
Con ella estuve más tiempo, era amorosa, platicadora, bromista y ocurrente ¡que bien nos la pasábamos! a su sepelio, al igual que el de mi m adre, acudieron muchísimas personas, lo cual no fue hecho fortuito. A ambas las añoro pero no las lloro. Les di lo que de acuerdo a mi edad y posibilidades pude y les aprendí el amor a la vida. Cada día era una hazaña, un reto, una oportunidad. Que bien me siento que les di el tiempo exacto y les dije las palabras correctas. ¡Felicidades donde se encuentren! Tuve el privilegio que fueran ellas las que me tocaran. Como dijera el maestro Sabines: ¡Que Dios bendiga a Dios!
Viejo, mi querido viejo
Me sumerjo en mis recuerdos y desde siempre me he sentido bien a su lado. Como olvidar las tantas veces que caminamos medio pueblo para acompañarlo a misa y en ese largo andar las tantas voces que se referían a él como “abuelo”. Continuábamos la marcha me tomaba del brazo y ponía su mano en mi hombro y yo me sentía tan orgulloso.
No olvido nunca esa enérgica voz que poco a poco se va apagando por ese cruel juego que nos hace la vida y al que no todos tenemos el valor de enfrentar. La misma voz que se refiero a mí como “negro”. La misma voz que me ha señalado los errores y que acepto sin regateos porque en la mayoría de casos posee la razón.
Alfonso Gómez completo, fuerte y pensante, se queja de cosas y se ríe de otras, señal de que esta vivo; el hombre que como siempre lo ha demostrado con su entereza y fuerza moral no se ha dejado abatir pero sabe que llega el momento de ceder. La firmeza va tejiendo matices y él lo sabe. Ceder sin conceder, aceptar sin declinar, vivir y cuestionar, de eso se trata.
Me enseñó a caminar, cuidó de mis pasos y ahora tendría que cuidar los suyos, porque sigue siendo aquel gigante de quien me aferraba para continuar mi primer andar y ante quien tendría deslizarme para besar sus pies. Su voz demuestra que envejecer es como subir por una colina, donde los pasos se vuelven más lentos y la fuerza de pierde, pero la vista es más clara, transparente y reflexiva. Para sus nietos, ese es nuestro hombre, porque todos tienen sus héroes pero él es el nuestro. Viejo, mí querido viejo.
miércoles, 7 de mayo de 2008
Gracias a la vida !
Me dirigí al salón donde levanté el teléfono y hablé a mi familia, luego me senté frente a la computadora y respondí un par de mensajes de amigos. Absorbí un trago de café y me asomé por la ventana para ver a mis pies a esta Ciudad, la que nunca duerme y siempre se mantiene alerta.
Alguien dijo la gratitud es la memoria del corazón. Tenemos ojos para observar, brazos que extender, manos que abrir, piernas que impulsar, olores que absorber, memoria para recordar y latidos que sentir. ¿Necesitas más?