lunes, 1 de diciembre de 2008

Feliz Cumpleaños a ti

Cumplir es una palabra fuerte, si, generalmente repetimos cumplió años, cumplió su tarea ó cumplió con lo encargado pero de dónde coño salió eso de cumplir años.

El Diccionario de la Real Academia Española maneja varias definiciones sobre esta palabra como la que señala que consiste en ejecutar un deber, una orden, un encargo, un deseo, una promesa y la vida no es un deber, una orden, ni un encargo, si acaso se puede tener el deseo de seguir poseyéndola.

Cada vez que alguien suma 365 días a su vida debería decirse disfrutó, gozó, padeció, soportó, llegó a otro año; dependiendo del caso aplicar la palabra adecuada.

En tu caso creo debe decirte que gozaste otro año. Has sentido, experimentado emociones, tenido y poseído útiles, agradables y desagradables momentos; eso habla del disfrute de los sentidos, olores, sabores y de haber palpado diferentes texturas ¡eso, eso es estar vivo!

Un año más no debe ser un peso, sino un disfrute. Si no te has dado cuenta eres de las consentidas de Dios, de las más rebeldes quizás, pero consentida al fin, sino cómo explicas que se te vayan concediendo poco a poco tus deseos.

En Días pasados una persona de edad más avanzada que la mía –que cada día son menos- me manifestaba su extrema preocupación por el futuro, orgulloso de su pasado y responsabilizándose de sus errores, su mirada apenas focalizaba un objeto u persona, y justo esa catarsis, ese viaje a los recuerdos que perturbaban su conciencia, es lo que le impedía lo más valioso y lo único que poseemos: nuestro presente.

Sí, el pasado quedó atrás, el futuro aún no existe, es el presente el que debemos gozar, disfrutar, paladear, deleitar, saborear pues. A veces vivimos tan inmersos en nuestros problemas creados que no nos damos cuenta de lo afortunado que somos. Sí también soy un existencialista, por eso tengo las armas para invitarte a que disfrutes, hoy más que nunca, el momento en que estas viviendo.

El maestro Sabines tiene razón: si sobrevives, si persistes, canta, sueña, emborráchate. Es el tiempo del frío: ama, apresúrate. El viento de las horas barre las calles, los caminos. Los árboles esperan: tú no esperes, éste es el tiempo de vivir, el único.

jueves, 20 de noviembre de 2008

¡ Que alguien me responda !

Últimamente me han surgido muchas preguntas que por obvias que suenen nadie me da respuesta. De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española obvio significa algo que se encuentra o pone delante de los ojos, o que no tiene dificultad. Entonces, presuntamente debo saber de dónde debe venir la respuesta o cuál debe ser la acción, pero ya no estoy tan seguro de la claridad de las cosas.

Las interrogantes que me surgen son: ¿Por qué después de que hicieron tanto escándalo por la aprobación de la Reforma Electoral, con lo que se buscaba que nuestros recursos no fueran despilfarrados por los gobernantes, nadie detiene a Peña Nieto ni a Marcelo Ebrad con sus evidentes y cínicas campañas? ¿Qué hacen Fidel Herrera y Ulises Ruiz anunciando a nivel nacional lo que consideran sus logros? ¿No hay medios de comunicación en sus estados? ¿No para eso se alquilaron?

¿Por qué nadie denuncia a AMLO cuando la Constitución es clara al hablar de sublevación? ¿Por qué Bejarano vive en total impunidad y con un feliz regreso a la vida política, mientras Ahumada prácticamente salió huyendo del país? ¿Por qué el jet en el que viajaba el responsable de la seguridad nacional era conducido por un par de chafiretes? ¿Porqué “la maestra” no es un ejemplo a seguir? ¿Por qué espeluznantemente pienso que extrañaremos a Bush? ¿Por qué el América y el PRD sin Cuauhtémoc no son nada?

Que alguien me responda ¿Porqué no cambian al técnico de la Selección y por qué la mayoría de sus partidos se realizan en Estados Unidos? ¿Por qué nadie le ha dicho a Lucía Méndez que ya no tiene 18? y ¿Por qué Rebeca de Alba nunca sospechó que lo de Ricky, lo de Ricky…eran los úteros alquilados?

domingo, 9 de noviembre de 2008

Mi amigo desgracia

Quién sabe quién inventó el término de amigo pero cualquiera que haya sido su origen no creo sea el que le damos. Sin duda, es una palabra sobreestimada. Al hablar de amigos recuerdo que varias personas han dicho que lo son, otros que lo creen, otros que lo sienten y a otros a los que considero. A lo largo de la vida han pasado los que tuve, a los que quise, a los que mentí, a los que me usaron, a los que compartieron, con los que viajé, con los que estudié, con los que trabajé o simplemente me senté.

He escuchado que existen diversas categorías de amigos y me he cruzado con ellos, desde el amigo chancla, quien no es la gran cosa pero te sientes cómodo con su compañía, hasta el amigo vampiro, que sólo ves por las noches, en los antros, en las fiestas o saludas en la barra de bar; sin embargo nunca me había topado con un amigo desgracia. Sí, no quiere decir que si te reúnes con él te pase algo malo, sino que cuando están juntos ocurren cosas que provocan una desgracia a otros.

Haciendo un recuento, con ese amigo estuve en casos catastróficos, fue el mismo con el que me tocó ver la destrucción de las torres gemelas, me pasó a leer la nota del submarino ruso donde murieron más de cien personas en el 2000, fue quien me confirmó la reelección de Bush, fue uno de los primeros en llamarme para avisarme lo del Sunami, me marcó muy temprano cuando se produjo la explosión en Atocha, en Madrid, integraba el grupo de amigos con los estábamos en Playa del Carmen cuando se produjeron las inundaciones en Tabasco y es quien me acompañaba cuando me enteré del desplome de jet que cayó en Lomas de Chapultepec y donde resultaron tantos muertos; no digo su nombre porque es quizás ahí donde está el origen de la desgracia.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Mi primera vez

Estamos viviendo muchas primeras veces. Sí, la primera vez que hay un acto terrorista en un evento masivo; la primera vez que no hay un informe presidencial en años; la primera vez de una marcha nocturna contra la inseguridad; la primera vez que alguien que criminaliza la protesta social es recibido en un Congreso como Jefe de Estado, cuando quien es el Presidente Constitucional no tiene acceso; la primera vez que un hombre negro gobernará desde la Casa Blanca; y la primera vez que muere un Secretario de Gobernación y, en un accidente que provoca muertes y heridos.

Desde la semana pasada en mi mente no deja de saltar la frase que escribí en mi anterior comentario y que pertenece a Saramago, hoy lo reitero: “El mundo está hundido en la mierda y no se puede ser optimista; el que es optimista es estúpido o millonario”. El sentir popular es: “si eso le pasa al encargado de la seguridad nacional yo como ciudadano ¿a qué estoy expuesto?”. Simplemente sentimos que podemos ser heridos o lesionados físicamente porque moralmente ya lo estamos. Vulnerables, es la palabra, pero eso no debe tener el peso para echarnos las manos a la cara y sentarnos a esperar el fin, pues como dijo Leonardo Da Vinci: “El que no valora la vida no se la merece”.

jueves, 23 de octubre de 2008

Bloguero fracasado

Últimamente no he podido escribir nada congruente, nada que me satisfaga o que me desespere por compartir. Sé que te encuentras aquí y no sé que decirte. Tal vez porque mi vida últimamente no ha sido muy congruente, satisfactoria o compartida, pero algo debo decir, siento las ganas de expresar algo pero no sé qué. Es tan estúpido como suena.

Quiero escribir pero he perdido la disciplina, la constancia, la entrega y la pasión. De ser un reportero a sueldo, un escritor fracasado, o un soñador crónico, solo pasé a ser un intento de bloguero, pero hasta para eso debes tener espíritu.

Recientemente leí algunas investigaciones sobre el uso de los blogs, las cuales señalan que es una práctica que mejora la calidad del sueño y la memoria, potencia la actividad de los glóbulos blancos y acorta el tiempo de convalecencia después de una cirugía, esto me orillo a gritar ¡Viva la blogoterapia!.

Con tantas noches de insomnio y yo desperdiciando mi espacio en la blogosfera. Me han dado las 5:21 de la mañana buscando y encontrando las soluciones a la crisis financiera mundial, el resultado de la anunciada reforma petrolera, la no sorpresiva pero siempre noticiosa ruptura perredista, la desenfrenada caída de las bolsas, el Fobaproa gringo o lo que me contará Julieta Campos de su recorrido por el mundo en sus Cuadernos de viaje.

Finalmente, escojo un pasillo que me lleva por un camino más tranquilo, de la poesía, del pensamiento suave, el de la flor entregada o arrebatada, el de las pasiones desbordadas o de la ironía de las cosas, pero al quererme expresar de forma aterciopelada, metafórica, sarcástica, o simplemente sutil caigo en cuenta que ni tengo el lenguaje flamígero de Neruda, ni el arrabalero de Lara, no cuento con la sutiliza política de García Márquez ni con lo polifacético de Benedetti; quizás un poco heterodoxo como Savater, quizás un poco escéptico como Saramago por lo que coincido con su idea de que “el mundo está hundido en la mierda y no se puede ser optimista; el que es optimista es estúpido o millonario”.

Como quisiera ser un francotirador literario como Sabines, pero sólo soy un plagiario de sus ideas ya que mi musa anda ausente. La frase vuela por mi frente y la atrapo entre mis manos, al extender las letras descubro lo que dicen:”no soy un poeta, soy un peatón”. Extiendo un brazo, apago la lámpara, jalo la cobija, me cubro hasta la cabeza y me hundo nuevamente para despertar en hora y media que será un nuevo día y por fin sabré cómo abre la Bolsa Mexicana de Valores, a cuánto esta el dólar, lo provocado por la pretendida reforma petrolera, el destino de Obama y McCain, así como el vudú de Sarcozy. En tanto, decreto soñar que en medio de tremendo diluvio, embriagado de poder, manejo una Hummer a alta velocidad y en mi loca carrera descuido el camino, alcanzo a caer en medio de un charco que provoca que una pequeño sunami caiga sobre los cuerpos de Elba Esther, Romero Dechamps y Jesusa Rodríguez, quienes esperan un autobús que los llevara muy, muy pero muy… lejos.

martes, 26 de agosto de 2008

A la mierda

¡Que se vayan a la mierda! gritó Marifer al ver de lejos a su pequeño pueblo donde había crecido. Lo hizo desde lo más alto del cerro por el que atravesaba el camino que la llevaba tras sus sueños.

Harta de que en su pueblo todos se convirtieran instantáneamente en santos al morir, donde siempre todos decían que estaba bien cuando se les preguntaba, sin excepción consideraban que todas las opiniones eran respetables, y perdonaban que fueras lo que fueras nada más que no lo parecieras. Ella decidió, al amanecer, huir y no regresar jamás.

Cansada de tantos convencionalismos, puras frases hechas y rostros ocultos, donde todos tenían la mejor solución para resolver vidas ajenas aunque la propia fuera un desastre, Marifer decidió llegar hasta un lugar donde todos aceptaran sus errores, admitieran que sí existe la palabra arrepentimiento es porque se aplica, y donde una persona vale por lo que aspira y no por lo que es. Ha pasado mucho tiempo pero ella sigue buscando, tiene fe en que algún día lo encontrará. Por el momento seguirá las reglas.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Él lo sabe...

A veces siento que la vida es muy generosa conmigo, pero no es algo fortuito y Dios lo sabe, fue él quien se llevó a mis padres. En ocasiones se siente incomodo y busca así limpiar sus culpas. No es que sus padres no fueran buenos pero los mios...eran mejores. Sobre todo mi madre. Él lo sabe.

miércoles, 23 de julio de 2008

Lisboa, Portugal

Barrio de Belén. Ni lisboeta, ni poeta, solo un peatón

lunes, 21 de julio de 2008

Esa tarde de domingo disfruté como nunca la comida con amigos. Platicamos, platicamos y platicamos. Ellos se veían plenos, se percibían seguros y se sentían contentos. Conforme pasaban las horas las risas continuaban, yo sentado a la cabeza de la mesa y ellos alrededor, no era por orden de importancia, sino que no hacia pareja con nadie por lo que mi aislamiento no provocaba ninguna interrupción entre los equipos presentes.

Al querer salir de restaurante, la lluvia se soltó, de pronto vi como uno de mis amigos de inmediato abrazo a su novia y corrió a su carro, el otro también alzó su brazo y lo pasó a su pareja, por imitación alcé también mi brazo, al darme cuenta que no tenía a nadie me pregunté el porqué, de repente recordé a Carlos Pellicer cuando escribió: “las palabras emigran y en la huida las plurales abandonan las eses”.

Para alguien solo, soberbio, en ocasiones salvaje y un poco sinvergüenza, a vece seguidor de Schopenhauher (para el conocimiento de las cosas solo existe la conciencia) es bueno recordar que solo vine al mundo. Solo corrí de niño. Solo entré por primera vez a la escuela. Solo estudié para mis exámenes. Solo pasé mi adolescencia. Solo fumé mi primer cigarro. Solo toqué varias puertas. Solo estuve cuando obtuve mi primer y único premio. Solo hice primer gran viaje. Solo elegí dejar mi pueblo y huir de casa. Solo decidí entrar a la ruleta rusa y solo estuve también cuando grité y nadie escuchó; pese a ello nunca me acostumbré, ¿por qué? La respuesta me la dio Balzac: “la resignación es un suicidio cotidiano”, y yo ¡quiero vivir!

martes, 15 de julio de 2008

¡No, imposible, no puedo creerlo!

En el pueblo donde vivo muchos jóvenes han desaparecido, dicen que al regresar de la mina, a media noche, una mujer se les aparece y los encanta; que tiene una belleza tal que quien logra escapar de ella pasa ocho días sin poder dormir al quedar perplejos ante su perfección, me dijo un joven campesino ¡No, imposible, no puedo creerlo” pensé.

Al pasar los días fue tanta su insistencia sobre el tema que lo acompañé a aquel norteño pueblo. Esperamos la llegada de la media noche, me enseñó el sendero y me encaminé solo por el oscuro camino; de pronto sentí una gran luz que iluminaba todo el trayecto, los perros ladraban y un gran número de aves rondaba alrededor mio, pese al miedo poco a poco me seguí acercando, sentía cómo mi corazón agitaba su latido y al ver esa imagen sólo alcance a decir: ¡No, Imposible, no puedo creerlo!

Era una mujer joven, alta, delgada, de cabello largo, grandes ojos y rojos y carnosos labios que sólo se abrieron para decirme, ¡te estaba esperando! Y de inmediato pensé ¡no, imposible, no puedo creerlo!

Ella, extendió sus brazos y pude apreciar su perfecta silueta a través de su transparente bata blanca, no pude negarme, ¿quién podía hacerlo? Me fui acercando, la tomé de la cintura y sentí algo extraño, justo a milímetros de rozar sus labios miré directamente a sus ojos y pude verla ¡La Muerte! Recordé de la advertencia del joven campesino y dije aterrado ¡No, imposible, no puedo creerlo!,

Un frío aire sentí en todo el cuerpo, empecé a correr en esa oscura noche entre matorrales, seguido por una jauría de perros que feroces querían alcanzarme. En medio de la desesperación las piernas me traicionaron y caí de rodillas mientras las palmas de las manos se arrastraban entre ese áspero polvo. De inmediato sentí un fuerte apretón en el brazo derecho y escuché una voz que en primera instancia parecía lejana, para después claramente decir: Julio, levántate, ya son las siete, tienes que ir a trabajar. Sudoroso, agitado, alcancé sentarme en la cama, las manos taparon mi cara, respiré profundamente y solo alcancé a exclamar ¡No, imposible, no puedo creerlo!

jueves, 10 de julio de 2008

“La escafandra y la mariposa”

¿Qué es más fuerte la prisión del cuerpo o el de la mente?

Ahora tengo la impresión que mi vida ha sido una serie de pequeños fracasos, las mujeres que no supe amar, no soporto miradas que no pude atrapar, los instantes de felicidad que dejé pasar. Sabía el resultado de la carrera pero era incapaz de apostar por el ganador. ¿Estaba ciego y sordo o sólo la cruda luz del desastre me hace ver mi verdadera naturaleza?


Es la pregunta del protagonista de la película francesa titulada originalmente “La escafandra y la mariposa”, y surge cuando ya es víctima del Síndrome del Cautiverio, una enfermedad tan rara que no tiene cura ni tratamiento específico, algo que a otro no le hubiese dado margen de maniobra pero que al protagonista no lo limita, en los hechos demostró que cuando se tiene imaginación y memoria se puede gozar de la libertad.


Una película dura pero sin caer en lloriqueos donde el protagonista no se pierde en la fatalidad, sino se “desenvuelve” pleno, "sano", con un peculiar sentido del humor y una enriquecedora vida interna que impone su condición. Difícil porque una persona con sus facultades mentales intactas pero que no puede mover ninguna parte del cuerpo, ni siquiera deglutir, hablar, emitir sonidos fonéticos, nada a excepción de su ojo izquierdo y parpadear. Así es como se atreve a tomar el riesgo de comunicarse y escribir un libro titulado precisamente “La escafandra y la mariposa”.

Algunos preguntaran que es la escafandra, es aquel traje antiguo de buzos, con casco redondo perfectamente cerrado y un cristal frente a la cara y orificios que permite el paso del aire a través de tubos, parecido a un traje de astronauta, ese tipo de trajes son extremadamente pesados, es muy extenuante andar con él, más aparte la presión del agua estando a una profundidad de 200 metros. Quienes alguna vez lo portaron coinciden en calificarlo en una especie de encierro, agobiante y que daba origen a la claustrofobia ante el temor de no poder comunicarte con nadie, sentirse desolado y en medio de la nada.


Buena parte de la película, dirigida por Julian Schnabel, es vista a través del ojo izquierdo del protagonista, Bauby, quien fuera el director de la revista Elle en París, por lo que algunos pueden experimentar cierto agobio, angustia o desesperación, al menos eso parece ser buscaba el director. En mi caso lo logró.

Aunque nunca llegué a tal extremo, tras un accidente pasé poco más de doce semanas en sillas de ruedas y efectivamente las horas se te hacen días, los días semanas y las semanas meses. Escuchas las voces que te quieren animar y solo piensa en el momento en que deben callar. A pesar de contar con la palabra, mis movimientos eran prácticamente nulos, vuelves a depender de los otros para ducharte, para hacer tus necesidades básicas, no era capaz ni de extender plenamente uno de los brazos para alcanzar un vaso de agua y justo ahí es cuando entiendes plenamente el significado de palabras dignidad y libertad.

La película titulada en nuestro país “El Llanto de la mariposa” es una pieza esplendida que no debes perderte, esta basada en una experiencia verdadera, en el libro escrito por el propio protagonista de los hechos y que con su postura nos demuestra el linde del cuerpo, pero también el poder y las posibilidades de la mente.

Jean-Dominique Bauby tenía 43 años, era redactor en jefe de la revista Elle , en París, y conservaba intactas sus facultades mentales

miércoles, 9 de julio de 2008

Mexicanos, intolerantes y racistas

Uno de los grandes lastres de la sociedad mexicana ha sido la discriminación hacia nuestros compatriotas, ya sea de manera velada o totalmente abierta. El mérito del EXLN fue y es recordar a los mexicanos su racismo, ya que precisamente los indígenas son quienes más sufren estos actos. Es evidente el maltrato que reciben en un banco, en un centro comercial o en una oficina gubernamental, por el simple hecho de no ser como los demás o por lo menos como la mayoría, por no contar con el estereotipo impuesto por los medios de comunicación, es decir, personas de tipo nórdico.
Otro grupo de mexicanos víctimas de la discriminación son las personas discapacitadas, pero hay una lista interminable de grupos discriminados por su aspecto físico, preferencia sexual, condición biológica, por alguna enfermedad, incluso me atrevo a decir que todos en algún momento hemos sido discriminados.

Se ha hecho un gran esfuerzo, sin embargo resulta insuficiente, ya que las leyes que hablan por la No Discriminación no bastan, pues dejan algunos puntos en el aire.

No es necesario ir muy lejos, con abrir el periódico y buscar en anuncios clasificados se da uno cuenta que la gran mayoría de las empresas solicitan personas de 18 a 25 años, con excelente presentación y egresadas de tal o cual escuela, esto representa una abierta discriminación para quienes no cuentan con tales características, por lo que personas mayores de 25, de aspecto robusto, morenos, chaparros o egresados de una escuela modesta, ni por asomo deben molestarse en presentar solicitud alguna.

En fin, la discriminación nos alcanza de una forma u otra a todos. Estamos en el siglo XXI es hora de que todos entendamos que estamos en el mismo barco y que a nadie debemos discriminar por su aspecto, edad, ideología, preferencia sexual o circunstancia de vida, pues en la fortaleza o debilidad de los demás esta implícita la nuestra.


lunes, 7 de julio de 2008

París, una mirada a la melancolía (Hace un año atrás. 070707)

C’est le temp, C’est le temp

París, Francia. 70707. Totalmente desparramado sobre el césped del Campo Marte abro los ojos lentamente, con el conocimiento de lo que me encontraré, visualizo la majestuosidad de la Torre Eiffel, el símbolo más característico de París, con una aparente fragilidad pero con 320 metros de altura, sus más de 10 mil toneladas de acero que la mantienen de pie, y no dejo de pensar en la ironía: fue creada para luego ser destruida.

Más de cien años y sigue justo ahí, observando la historia. Miro el reloj y caigo en cuenta de que es el día siete, del mes siete, del año 2007 y son justo las siete, las siete de la noche. El sol está en su mejor momento, cientos de personas caminan, corren o simplemente descansan sobre el gran campo abierto observando a la maravilla realizada por el hombre, la misma que ha visto pasar el tiempo y se ha reído de él.

Mirar la Torre Eiffel es pensar justo en el tiempo, el que todo lo consume, el que a muchos destruye y a otros exalta. Ya lo dijo Schopenhauer: las personas vulgares no piensan sino en dejar correr el tiempo; los que poseen algún talento, procuran hacerlo útil. Pero fue más contundente Voltaire: el tiempo es justiciero y pone las cosas en sitio.

Caminar por Paris, observar sus calles y sus esplendidas construcciones no deja de asombrar ante cada obra de arte con la que te tropiezas, es pensar en tantos personajes, en tanta historia, en tanta belleza. Desde Juana de Arco, Felipe el hermoso, Napoleón, Charles de Gaulle; hasta Hitler que se enamoró de esta ciudad, por lo que siempre la respetó. Es imaginar como se dio pie a las historias que desde aquí han surgido como los Miserables o Las Flores del Mal. C´est le temp, c´est le temp.

Veo parejas de todas las edades tomados de la mano, charlando o simplemente disfrutando de ese momento que no se repetirá. Observo a unos ancianos que, como colegiales, comen sobre el césped cruzando picaras miradas y me llega a la mente una plática que dio Savater en San Lorenzo, El Escorial, denominada “una mirada a la melancolía”, donde el escritor español no anduvo con cuentos al calificarse como melancólico con la convicción de que “no habrá un mañana”.

En la mesa el seminario que Savater compartió con el también escritor Andrés Trapiello, se debatió sobre “la condición humana por excelencia”: la melancolía. Concepto que pasó de simbolizar la grandeza de los héroes y los sabios en Grecia al pecado de la Edad Media, para concluir y derivar en simple “depresión” hoy en día. Es por ello que cuando el filosofo aseguró que no habrá un mañana, el organizador del seminario, Javier Murgueza lo interrumpió: ¿demasiado pesimista quizás? a lo que de inmediato encontró respuesta “tal vez, pero está claro que la vida no es eterna y que cada día nos da señales de su putrefacción, su deterioro. Basta mirarnos a un espejo”.

Los que saben dicen que la depresión se da sobre todo en las grandes ciudades, como Paris, palabra en que ha derivado algo que tiene un precedente ilustre en la historia del pensamiento: la melancolía. Y es que, cómo explicaron, esta no siempre ha sido vista como algo pernicioso que hay que eliminar. Aristóteles reconoció en ella una fuente de la grandeza de los héroes, sabios y poetas. En el Renacimiento y el Romanticismo se subrayó también el lado creativo de la melancolía, mientras que la edad Media la condenó como pecado y el Barroco la convirtió no en rasgo epocal, sino existencial.

Cada momento histórico resalta, por tanto, el rostro positivo y negativo de la melancolía, la vincula a ciertas actividades e incluso la masculiniza o feminiza. Sin duda, es un concepto que se ha alumbrado o ensombrecido. Algo con un origen tan noble hoy ha derivado en una vulgar depresión. Es considerada una enfermedad y debemos atacarla, utilizar fármacos para adaptarse al entorno, a la realidad existente y establecida. Constantemente ha sido tema de debates filosóficos, sociológicos, psiquiátricos, históricos, estéticos, e incluso poéticos, y ha habido pensadores como el clérigo inglés Robert Burton que han dicho “si es que hay un infierno en la tierra, debe estar en el corazón del hombre melancólico”.

Estar en una esplendida ciudad y sentirse melancólico suena hasta ridículo, pero París tiene algo que te da momentos mágicos. Tiene razón Flaubert: “La melancolía no es más que un recuerdo que se ignora”. ¿cómo más se puede definir un sentimiento inexplicable? No dejo de pensar en la plática de Savater, quien insistió en la idea constante de la pérdida de la juventud ligada al concepto de la melancolía. “Seguimos apegados a los hábitos de la juventud porque somos unos hipócritas ilusos la mayoría de las veces”.

El filosofo, quien citó no sólo a Flaubert sino también a Borges y a Freud, coincidió con todos ellos. “El deseo insatisfecho de inmortalidad es lo que nos lleva a ella”; mientras que el escritor Andrés Trapiello concluyó de las tres claves de cualquier melancolía que se precie: “Amor, muerte y tiempo”. Las mismas que había evocado Savater pocas horas antes.

Y es que vivir en el para muchos tan esperado día siete del mes siete del año 2007, en un ciudad con tanta historia, con tantos personajes, con tantas vidas, te lleva inevitablemente en pensar en el tiempo y es cuando te sorprende la melancolía, pero no aquella intensa y destructiva, no, sino aquella nostálgica y suave, si, aquella que te lleva a recuerdos como cuando tu padre te enseñó a caminar y que ese andar también tiene final, volver a pensar que a veces es momento de regresar. Aquella melancolía que te apuñala por la espalda, pero de manera tan sutil que sólo caes en cuenta cuando sientes el tibio correr de la sangre que como lágrimas cae a gotas.

Giro para rodar sobre el césped y quedar nuevamente boca arriba, acostado sobre Paris, con los brazos abiertos, desparramado sobre el Campo Marte, de nuevo levanto la mirada lentamente para ver la Torre Eiffel, una lágrima se libera porque descubro que la melancolía que verdaderamente me lastima es la del porvenir. Tiene razón el maestro Sabines: “¿es que hacemos las cosas sólo para recordarlas? ¿Es que vivimos sólo para tener memoria de nuestra vida? Porque sucede que hasta la esperanza es memoria y que el deseo es el recuerdo de lo que ha de venir”. Es el tiempo, es el tiempo, el mismo que se carcajea mientras corremos desesperados a sabiendas que nos alcanzará. Es el tiempo, es Paris, el asentamiento romano, su fundación, revolución y liberación, son los miserables, Louis Braille, Simona de Beauvoir, Edith Piaf, Jean-Paul Sartre o quizás simplemente se trate de la llama de la libertad.

domingo, 6 de julio de 2008

En Tabasco

Foto: Huitzil Pedero

En Tabasco,
Con tanto azul y verde,
Se llenan de esperanza las pupilas
Y se tornan los usueños infantiles.

En Tabasco, nace el verde a flor de agua,
Se encarama travieso a la ribera
Con la gracia pueril del camalote,
Y hay un un verde parlante en las vetustas ceibas:
(las ceibas son los clubes donde hacen sus tertulias los pericos)

Tiene Tabasco:
Burdeles de manglar
Para las orgías de los lagartos
Terrazas de acahual
Para el baño de sol de las iguana;
Y en la modesta alberca de los patos
Se escucha la orquesta de las ranas…

En Tabasco, si el cielo destruye las cosechas,
Abre el rio su caudal
De peces y de conchas,
Y se aleja frustrada la miseria.

Yo prefiero a Tabasco…
Porque si he de morir alguna vez,
Prefiero sea ahogado
Y no de sed.

Fragmento del poema “En Tabasco” de Ángel Suárez


lunes, 30 de junio de 2008

Conclusiones de mi vida

Si saco las conclusiones de mi vida, creo que todo o casi todo irá mejor, si recorro las historias ya vividas, siento cerca la presencia de mi Dios. Si recuerdo cada beso, cada abrazo y las manos que me brindan su calor, las mujeres que por mi cuerpo pasaron y la novia a quien le entregué mi canción…Si la muerte es el final de este camino agradezco tener lleno el corazón y si puedo sentir que nada he perdido cada recuerdo estará lleno de amor.

Así lo escribió el argentino Alejandro Lerner en su entrañable "conclusiones de mi vida" y es que efectivamente 'confieso que he vivido', he gozado y disfrutado cada momento que me han regalado. Me siento 'espléndidamente pleno', al final del día creo que no soy tan mala persona como me gustaría, si han quedado cosas pendientes pero no ha quedado de mí.

¿Qué coño hago solo nuevamente en una tarde de domingo? nada, si efectivamente nada, pero ¿qué es nada? Eso, no hacer nada, no tomar decisión, no asumir posturas, no hablar, no observar, no opinar, si acaso respirar porque inevitablemente así tiene que ser y qué siento: nada. Si, tal como lo dice su definición es un no ser, o carencia absoluta de todo ser. Que es el ser sino la existencia o la pertenencia y me doy cuenta que yo solo me pertenezco a mi ¡Que bueno!

Es tan cómodo estar sumergido en la nada. Me he pasado tanto tiempo tomando decisiones, asumiendo posturas, hablando, observando y opinando que lejos de lo que algunos puedan pensar que es algo doloroso, es una sensación absoluta de' ausentismo presencial' donde desde fuera de observas y te das cuentas de lo que eres, de tu origen y tu destino, no existe ni pena ni congoja.

Envuelto solo por mi olor, la limpieza de mis pisos y paredes me da –por primera vez en mi vida- ganas de tomarme fotos solo. Rodeado de mis cosas. De mi futón, de los tres bancos de la barra de 'mi bar', de mi pared roja que me recuerda aún estoy vivo y de los cuadros de Dalí, aquél genio que tan bien me cae. Todos objetos materiales ¿y las personas? No sé, ya tiene un par de días que no las veo. Se han olvidado de mí, y yo, hasta que escribo esto, me doy cuenta ¡Que curioso!

Pero no es algo patético, para nada porque no muevo ni agito ánimos vehementes, ni mucho menos desde fuera percibo dolor, tristeza ni melancolía, simplemente siento nada. Me rió de quienes me envidian –afortunadamente despierto a veces ese sentimiento en otros - al final ellos tienen alguien que seguro los necesita y yo sigo aquí solo, en esta hermosa soledad que tanto disfruto y que tan cara pagaré.

Rodeado por mi nuevo librero, unos quesos rancios, unas botellas de vino sin abrir y un par de tenis azules que solo me he puesto en alguna ocasión, siento mezcla de blanco y negro, si, gris.


Como si fuera la persona que nunca existió,
como alguien que fue perdiendo
fuerza
entusiasmo
voluntad.

Sí puedo hacer tanto
porqué no hago n
a
d
a
.
.
Auh…

viernes, 27 de junio de 2008

¿...fue un sueño?

Cansado caigo, mientras me desparramo sobre el futón donde a veces sueño. Embriagado de hastío y empapado de la monotonía que por temporadas me invade, cierro los ojos y me desplomo dentro de un profundo y largo túnel, mientras escucho a lo lejos el concierto de Aranjuez, que me lleva a este hermoso campo lleno de verdes y hermosos pastizales, una dulce voz grita mi nombre, como quien me necesita, me dirijo hacía la pequeña cabaña rodeada de jardines.

Abro mi paso entre esa nube blanca de pequeñas flores y a lo lejos veo un par de niños que proyectan su alegría mientras corren libremente junto a su perro. Entro a la cocina y ahí esta ella, parece perfecta, me da la espaldas mientras condimenta algo de olor exquisito, cuando lentamente voltea para, por fin, descubrir su rostro, despierto abruptamente…¿por qué se fue ese sueño? me respondo -en mis intensos debates internos- quizás soy incapacitado en asuntos del amor.

Me saltan las palabras de aquel poeta que al hablar del “lado oscuro del corazón” dijo: "es muy difícil, el amor. Cómo amar sin poseer. Cómo dejar que te quieran sin que te falte el aire. Amar es un pretexto para adueñarse del otro, para volverlo tu esclavo, para transformar su vida en tu vida, cómo amar sin pedir nada a cambio, sin necesitar nada a cambio".

"Casi siempre el error que cometemos es pensar sólo en lo que nos pasa a nosotros. Nos parece tan importante eso que sentimos, que nada de lo del otro puede ser tan importante como eso que sentimos. Y esa contradicción suele ser trágica. Es el error más común que cometemos todos: querer que el otro sea como queremos que sea y no como es y cuando nos damos cuenta del error a veces es demasiado tarde".

martes, 17 de junio de 2008

Nostalgia

Ya se va aquella edad, ese viaje que jamás regresara. Milanes.

Recordar la niñez es arma de dos filos. Te alcanza la nostalgia y entiendes el significado de la felicidad o mueres un poco al comprender el origen de tu actual resultado. Un viaje tan peligroso como sutil. Un resultado espinoso o confortante. En ese viaje sin retorno que es la vida las imágenes van apareciendo una tras otra. Siempre ahí.

¡Platícame de tu niñez! Me sugirió Aída aquella tarde en medio de tremendo caos vial y las palabras fueron fluyendo con tanta facilidad que podía ver como las letras se enfilaban para integrar palabras, las palabras frases y las frases historias, todas juntas armaban un gran rompecabezas que algunos llaman recuerdos.

En momentos me rodeo un sentimiento que pensé había ya perdido, inspirado solo en el hombre, la ternura. De irme al recuerdo más remoto sentado bajo un frondoso framboyán y ante la ausencia de padres y hermanos yo permanecía sentado en medio de la oscuridad, sin quedarme claro si los esperaba o lo que no quería era entrar a mi casa. Tal vez fue origen de esas indomables ganas de salir corriendo al lugar más lejano cada vez que puedo.

En la niñez me enteré que los ‘ricos también lloran’ que los reyes magos no eran invisibles y quedé perplejo al tratar de entender a aquel padre de familia en el ‘castillo de la pureza’. Escuchaba que no era decente hablar de ‘Isela Vega’, además que ese entonces creía que Jacobo siempre decía la verdad y que Lolita era sumamente inteligente, pero algo dentro de mi no cuadraba. El tiempo me explicó el porqué.

Aquellos juegos por los campos verdes corriendo con los nietos de Ángela Magaña, con Benchi y con mis primos. Como olvidar los circos que se instalaban en ‘el campo’ enfrente de mi casa y los enigmáticos gitanos que instaban una gran pantalla de cine y a la que todo el pueblo acudía para no perderse la película en turno, sin duda, la platica de todo el mes. Esos gitanos a quienes tanto envidiaba por sus constantes viajes y ejercicio de libertad.

Esa satisfacción por sentarme horas en los árboles más altos, para esperar la llegada de mi madre del trabajo, para luego correr desesperadamente a sus brazos y apretarla tan fuerte como podía, me produce una emoción que aún siento a más de veinte años de no verla.

Aquella niñez tan mágica me hace tener presente que aquel niño jugaba, se enfrentaba, defendía y se imponía. Sin mentiras, sin formas, sin prejuicios, simplemente con la certeza que da el actuar por el instinto que fluye con libertad absoluta. Aquella sensación que hoy extraño y de la que hoy tengo nostalgia.

viernes, 13 de junio de 2008

Melancolía, misterio y muerte

Ruptura. Remedios Varo

Una fuerte explosión me despertó el domingo pasado. Mi susto fue tal que salté de la cama con tanta fuerza que me golpeé con la pared del otro extremo de la habitación. Escuché como cientos de cristales chocaban entre sí, caían y se deslizaban por el pozo de luz ubicado justo al centro del edificio en el que cada noche duermo.


Caminé rápidamente hacia la puerta y salí y bajé las escaleras hasta llegar a la calle. Nada, nadie. Sólo un silencio envolvía ese momento. Minutos después ascendieron unos vecinos y una voz femenina cuestionaba ¿Hay alguien ahí?, ¿Hay alguien? No hubo respuesta. En un par de minutos estábamos rodeados de ambulancias, bomberos y policías, ruido, luces y rumores.

¡Son las vecinas solteras!, ¡Las mayores!, ¡Las viejitas! dijo consternada una mujer. Se escuchaba que los policías forzaban la puerta, el fuego empezaba a devorar ese espacio y ni un susurro se percibía en su interior. Minutos después lograron abrir para encontrase a las dos damas ya sin vida. Una recostada en un mueble y la otra sentada con un libro entre sus manos. La imagen, dijeron, fue espeluznante. Habían muerto respirando ese fluido que tiende a expandirse indefinidamente y que se caracteriza por su pequeña densidad, como el aire.

A lo largo del día empezaron a correr los rumores. Fuga de gas, falla eléctrica o quizá escape voluntario. “Las señoritas”, como se referían a ellas eran reservadas, extrañas y sombrías. Nadie sabía mucho de ellas, a pesar de que llevaban años compartiendo paredes, bajo el mismo techo y bajo el mismo cielo. Simple ejemplo de una conducta urbana, citadina y a la que muchos llaman moderna.

La mayoría apuesta a que tomaron la decisión de interrumpir su vida. Aparentemente no tenían a nadie. Todavía ayer, jueves, trataban de localizar a un familiar. Todo apunta que terminaran en una fosa común. De ser cierta la teoría del suicidio ¿qué las habría llevado a tomar esa decisión? Después de darle tantas vueltas mientras intentaba ajustar mis ánimos y emociones para, finalmente, alcanzar el sueño me saltó un fragmento de un poema de mi admirada Rosario Castellanos, simplemente se aburrieron de “La jornada de la soltera”, ¿la recuerdas? Le robaré a la chiapaneca alguna porción de su pensamiento para que sepas a lo que me refiero:

“Da vergüenza estar sola. El día entero arde un rubor terrible en su mejilla (pero la otra mejilla esta eclipsada). La soltera se afana en quehacer de ceniza, en labores sin mérito y sin fruto; y a la hora en que los deudos se congregan alrededor del fuego, del relato, se escucha el alarido de una mujer que grita en un páramo inmenso en el que cada peña, cada tronco carcomidos de incendios, cada rama retorcida, es un juez, o es un testigo sin misericordia. De noche la soltera se tiende sobre el lecho de agonía. Brota su sudor de angustia a humedecer las sábanas y el vacío se puebla de diálogos y hombres inventados. Y la soltera aguarda, aguarda, aguarda… (…) y sonríe ante un amanecer sin nadie”.

jueves, 12 de junio de 2008

¡ Agua de Tabasco vengo !

Foto: Huitzil Pedrero

Arde en Tabasco la vida

de tal suerte, que la muerte

vive por morir hendida,

de un gran hachazo de vida

que da sin querer la muerte.


Agua de Tabasco vengo

y agua de Tabasco voy.

De agua hermosa es mi abolengo;

y es por eso que aquí estoy

dichoso con lo que tengo.

Carlos Pellicer. El poeta de América.

sábado, 7 de junio de 2008

¡ La cagaste Gael !

Gael García Bernal trata de mantener firme a su mejor personaje, él mismo, pero el personaje se le cae cuando trata de invadir temas de los que no tiene ni puta idea. Surgió por allí un desplegado donde algunos “artistas” se manifiestan en contra de “La privatización de PEMEX” basándose en argumentos francamente frágiles, por no decir estúpidos.

En el programa Shalalá, Sabina Berman y Katia D´ Artigues, preguntaron a Gael sobre el tema y éste no fue capaz de expresar ni una sola oración completa (sujeto, verbo, predicado), su balbuceo fue tal que Sabina de plano le preguntó ¿qué no leíste lo que firmaste? Desafortunadamente este tipo de casos son recurrentes en nuestra farándula mexicana, muchos se asumen “de izquierda” y tratan de dar imágenes de intelectuales (¿verdad Paulina?) y al final solo quedan exhibidos tal como son, Rehenes de sus propias palabras.

Quizás Gael debería hacerle caso a una de “los abajo firmantes” que es Ana de la Reguera, quien en una entrevista invitó a la gente a informarse al respecto. No dudó en señalar: "El petróleo es de los mexicanos. Yo creo que los mexicanos tenemos muy mala memoria, en ocasiones pasadas, en otras privatizaciones ha sido un fracaso para todos, y un botín para muy pocos…Nosotros estamos luchando ahora por el futuro de nuestros hijos. La lucha es ahora, pero los resultados se van a ver en un futuro, así que piénsenlo, el petróleo es de todos", comenta De la Reguera.

Pero la bella Ana (al igual que Gael) antes de dar “consejos” deberían informarse, abrir un diccionario para encontrar la diferencia entre inversión privada y “privatización”; así mismo leer algún libro para aclarar algunas de sus dudas ó si de plano les resulta cansado mover los ojos de izquierda a derecha, mínimo ver en el “Canal del Congreso” los foros de debate sobre la iniciativa petrolera (bautizada como energética), escuchar a los especialistas para lo cual no se necesita un IQ muy elevado pues todo está bastante “desmenuzadito”.

Finalmente, solo le quisiera decir a nuestras “estrellas”, que por cierto pasan más tiempo en el extranjero que en nuestro país, que se fijen más en lo que firman, si lo harán, que primero se informen, que no traten de creer que los mexicanos somos imbéciles y mucho menos que repitan como pericos las versiones escuchadas por otros. Por cierto hablan del “futuro de nuestros hijos” ¿sabrán cuantos años nos quedan de reservas petroleras?, que existen otras formas de energía y que prácticamente somos dependientes de otros países, sobre todo de los EUA, de productos derivados del petróleo porque algunos políticos se envuelven en falsos nacionalismos porque ven a la Constitución como dogma y no entienden que solo es un instrumento para el desarrollo, no una barrera.

En fin, muy internacionales, muy paseados, pero parece que a éstos los viajes no los ilustran. Que se dediquen a hacer lo que se supone saben, si los especialistas aún no se ponen de acuerdo mucho menos ustedes van a decir a los mexicanos que hacer ó como comportarse, “porque es un asunto que nos involucra a todos, porque afecta a nuestro patrimonio común”, no se aprovechen que tienen un foro para tratar de manipular y se presten a la posición fundamentalista de un grupo que está muy lejano de las verdaderas necesidades de los mexicanos. De corazón, no traten de engañarnos. Primero infórmense, lean y escuchen todas
las voces. Después opinen. En verdad espero que sea ignorancia y no perversidad.

Ana de la Reguera


miércoles, 4 de junio de 2008

Tabasco, mi tierra

Laguna de las ilusiones. Foto: Huitzil Pedrero

sábado, 31 de mayo de 2008

¿En qué parte me perdí?

Una gota de sangre en MTV, un cadáver conectado a internet, Mona Lisa llorando en el jardín, un licor de cianuro, muera el futuro, pasado mañana es ayer...La soledad es la ecuación de la vida moderna. Fito Paéz

¿Desde cuándo tenemos que pagar para que alguien nos escuche? Desconozco en qué parte de la historia me perdí, cuando reaccioné mis conocidos utilizaban el nombre de su terapeuta como muletilla, no tomaban decisión alguna sino lo consultaban y para sentirse integrados a la sociedad se afilian a cualquier grupo de ayuda.

No sé si se trata de lo que llaman las soledades de las grandes ciudades o es el resultado de una sociedad que entre más avances tecnológicos tiene menos comunicación humana se da. Es preferible desnudar el alma en la red ante una persona que tal vez nunca conocerás, que hacerlo con un amigo o compañero de trabajo. Es más confiable “un cuate” de Sarajevo que mi vecino, probablemente porque nunca lo verán. Es más fácil pagar a alguien que te escuche a ganarte el espacio con alguien que en verdad te estime.

Al comentarle a una amiga lo sorprendido de cómo personas entre los 20 y 30 se vuelven cada día más dependientes a los consejos de paga o a los antidepresivos, ella me respondió: sí, verdad, eso no se veía antes, yo los tomo porque el doctor me los recetó pero no porque no pueda vivir sin ellos. ¡Joder...estaré en dimensión desconocida! pensé de revote.

Mientras platicaba “con amigos de una amiga” en su fiesta de cumpleaños, éstos enviaban saludos de gente que conocían y la pregunta común era ¿en qué grupo lo conociste?: “En los dependientes de Polanco”, en “los de autodestructivos de la Condesa” o en “los perdedores en la Narvarte”, "en los adictos de la red", ¡Puta madre, seré yo el que está mal! Pensé en más de dos ocasiones.

Una de las asistentes a la reunión preguntaba a otra ¿y cómo se ponen las reuniones de los dependientes, en Polanco? A lo que la otra le respondía “se ponen buenas, llega gente interesante” a lo que de inmediato la primera comentó “a ese grupo no he ido, a ver cuando me lanzo”.

La idea me empieza a dar vueltas en la cabeza y encuentro más preguntas que respuestas. El que en estos tiempos acuda a un terapeuta es entendible pero que no puedas vivir sin ellos es alarmante. El que otros lucren por escucharte puede ser la excepción, no la regla. Te pueden ayudar a salir de un bache pero no a estancarte en el mismo. El que te relaciones con otros con problemas similares puede resultar fortalecedor para tomar decisiones, pero que para tomar decisiones tengas que depender siempre de estar rodeado de ellos, es preocupante.

¿En qué parte me perdí? No sé, tal vez porque aprendí a caminar en la selva y me dejo llevar por el instinto no dependo de los demás para equivocarme. Tal vez he tenido tantos problemas profundos desde niño que a los actuales les otorgo la dimensión exacta o tal vez solo este equivocado. Concluyo que si esa es la tendencia, si es hacia donde vamos, pues ¡estamos jodidos! Si es una moda prefiero estar en el pasado. Si son nuevas normas, prefiero violarlas (a las normas, claro).

miércoles, 28 de mayo de 2008

Tres palabras


Te he buscado con locura por calles y avenidas, en el metro, el autobús y por los parques. He viajado a otros continentes, volado en aviones, andado en trenes y navegado en barcos esperando encontrarte, pero la búsqueda ha sido estéril.

Por las noches cuando abrazo con frenesí la almohada y me descubro oliéndote quisiera que de mi garganta seca pudiera gritar tu nombre, -tu nombre que desconozco-, rodear tu cintura con mis brazos y susurrarte al oído justo lo que quieres escuchar.

Me has quitado parte de mi vida, tengo nostalgia de lo que no he vivido y sigo adelante con lo que me queda, buscándote siempre buscándote. Cuando el insomnio aumenta me hundo entre mis sabanas y mi corazón se agita, justo en ese momento, es cuando te envío tres palabras que al juntarse suenan tremendamente exquisitas: chinga tu madre.

lunes, 26 de mayo de 2008

Ella me dijo adiós

Ella me dijo adiós. Atrás quedaron las complicidades, las carcajadas, las pláticas clandestinas, la gota de miel de los buenos recuerdos y los malos momentos. Todo quedo atrás. Ella levantó la mano izquierda, extendió la palma de su mano y cada uno de sus dedos dijo adiós. Jura que volverá un año, creo conocerla y sé que no regresará jamás. Se va a Madrid y quiere llegar ya! No la volveré a ver… me puse tristísimo, cuando lo supe, justo cuando el taxi se alejó y ella me dijo adiós.

viernes, 23 de mayo de 2008

Cartas de amor en tres tiempos

Hola Susana:

A penas te conozco y no puedo dejar de preguntarme cómo pude vivir sin ti. Tu mirada quedó impregnada en mi memoria. El solo recordarte me agita el corazón, enchina la piel y provoca una corriente de emoción que golpetea toda la parte interna de mi piel, como queriendo salir por los poros. Sabes, debo confesarte que te quiero en la mañana, a medio día y por la noche, a veces te prefiero cuando te sueño porque es cuando más atrevida eres, me dejas rozarte la espalda con mis dedos y darte un beso detrás de las orejas. Si, te quiero mientras te quiero ¿se podría querer más?

A t t e

Un hombre enamorado

Te quiero cuando he bebido (Carta 2)

Querida Susana:

Me siento apenado por la tarde que llegué la noche de ayer. Traté de no hacer ruido para no despertarlos, a ti y al bebé. Espero que no te enojes mucho. Sabes como es esto, los amigos, el ambiente, la música y los tequilas.

Mira cariño no pienses mal, me conoces y sabes que no me iría con nadie, tengo mis defectos pero mi mayor virtud es la lealtad. Recuerda que juramos ser siempre leales, estar siempre juntos. Si me tomo una copita de vez en cuando es para relajarme, para olvidar tantos problemas y para verte como eres, esplendorosa. Sabes, te quiero más cuando he bebido. Te quiero cuando me gritas, pero sobre todo cuando me miras, rodeas mi cuerpo con tus brazos y me preguntas ¿porqué has tomado? A lo que de inmediato te respondo ¡porque así te quiero más!

Atte

Tu amor

Te quiero en pretérito (Carta 3)

Susana:

Cuando siento tu respiración cerca de mi quisiera arrojarte contra la pared y gritarte la repulsión que siento por tu cercanía. Cuando caminando me tomas de la mano quisiera soltarla de inmediato, perderme entre la gente y hacer que no te conozco. Cuando entre las sabanas tu mano se desliza bajo mi ombligo y me hago el dormido quisiera gritarte ¡basta!

Pero qué le voy a hacer, estuviste conmigo cuando la facultad estudiaba para el examen y juntos repetías las lecciones, cuando temerosos rompimos el tabú de la virginidad, para luego levitar juntos y atravesar el pasillo que nos conducía al altar, pero sobre todo estuviste a mi lado al escuchar el primer grito de nuestro pequeño Daniel.

Estuviste conmigo cuando mi imagen de jefe de familia era cuestionada ante la falta de ingresos y luego me enseñaste a dar mis “nuevos” primeros pasos tras ese estúpido accidente. Por eso, cuando siento ganas de alejarte de mi, viajo al pasado y recuerdo lo grande que eres como madre, como esposa y que fuiste como pareja. Definitivamente, te quiero en pretérito.

Como escribió Sabines: “después de todo –pero después de todo- sólo se trata de acostarnos juntos, se trata de la carne, de los cuerpos desnudos, lámpara de la muerte en el mundo”.

Si, te quiero en pretérito. Cuando puedo gritar tan fuerte como el silencio lo permite, abrazado de la almohada, sintiendo tan cerca como quieres, pienso y concluyó: sí, te quiero cuando se apaga la luz y viajo al pasado.

Con cariño

Tu esposo

miércoles, 21 de mayo de 2008

Moderna historia de amor

Es la historia de una princesita muy bonita, muy bonita que conoció a un príncipe muy galán, muy galán. El príncipe cuando la conoció se deslumbró, se acercó a ella, la invitó a starbucks, luego a Pata Negra, al final terminaron en un hotel Savoy. Al día siguiente el príncipe le dijo a la princesa ¿te quieres casar conmigo? Ella le dijo: No, y ambos fueron muy felices.

martes, 20 de mayo de 2008

En la red

Al buscarme en la red descubrí que soy muchas cosas, soy boxeador, ciclista, sacerdote, policía, escultor y periodista. Que paradójico, como sacerdote puedes escuchar y como periodista denunciar. Como policía detener y como ciclista correr. Como boxeador golpear y como escultor crear. Podemos ser todo y somos nada. Nuestros nombres se repiten en distintos pueblos, ciudades, países y continentes, sin embargo somos todo y no somos nada.

Polvo somos y en polvo nos convertiremos. Un polvo que se esparcirá en el ambiente y seguramente terminará sobre un escritorio, una computadora o perdido en la red, en la red de nuestros sueños, de nuestras frustraciones, de nuestros éxitos y nuestros fracasos. En la red que hoy te hace conectarte con el mundo y cuyo camino es tan solo un delgado, moldeable y oscuro cable. Una red que te atrapa y a través de la que tratas de descubrir quién eres. Y tú ¿ya te conectaste?

lunes, 19 de mayo de 2008

Si puedes tú con Dios hablar

Anoche tuve un sueño, más bien fue pesadilla. Soñé que era mujer. Desperté con una gran angustia y casi me asfixiaba por lo agitado de mi respiración. Comprobé lo que sospechaba: se deben tener muchos huevos para ser mujer.

¡Que duro es ser mujer! pensé al despertar de ese sueño. Era tres veces marginada. Era mujer, era indígena y era pobre. Mi padre me exigía limpiar temprano la casa, lavar rápido la ropa, ayudar a mi madre con la comida. Me gritaba que ya estaba para vestir santos pues en esa comunidad si a los 18 años no te has casado difícilmente lo harías. Me indicaba que me casará con quién fuera. Para ser una buena mujer debía tener muchos hijos, atenderlos diariamente, hacerles de comer, llevarlos a la escuela, cuidarlos y protegerlos, para que mi esposo no tuviera queja de mí. A parte a éste le debería ser fiel, generosa en los modos, gentil en los tratos y obediente en los hechos.

Me sentía mal ¿qué podía hacer? Era mi destino por ser mujer. Mi obligación era ser buena hija, buena esposa y buena madre. Pero ¿eso me llenaba? Era importante que los demás se sintieran bien, pero yo ¿qué hacía con todo lo que llevaba dentro?

¿Qué podía hacer? Me habían enseñado a ser obediente, sumisa y llevadera. De no ser así seguramente nunca lograría ser aceptada por los demás. Lo mismo hizo mi madre, seguro, lo harían también mis hijas y nietas.


Mi destino ya estaba marcado. La angustia me ahogaba. La resignación no llegaba. Sólo quería soñar, algo me decía más allá del río había otros lugares, suponía que había otras cosas. Quería escapar, irme lejos, tener alas y volar. Me negaba a admitir mi destino por “el simple” hecho de ser mujer.

La angustia me consumía, el corazón se agitaba y yo me negaba a continuar las reglas del juego…Afortunadamente desperté. Me senté en la cama, sudoroso y preocupado sólo alcance a exclamar: ¡Dios bendiga a las mujeres!

Inmediatamente me cuestioné ¿de donde sacarán tanta fuerza para enfrentarse a la vida? Y encontré la respuesta en aquel pensamiento inglés que dice: El hombre fue creado cuando la naturaleza se hallaba todavía en su aprendizaje; la mujer, en cambio, cuando la naturaleza era ya una hábil maestra en su arte.

viernes, 16 de mayo de 2008

¡Sí, los hombres amamos a las cabronas!

Dice José José que amar y querer no es igual, que amar es sufrir y querer es gozar. Yo te gozo pero… ¿te quiero? Cuando manejando empiezas con tus cánticos de reclamos para después enlistar todos mis “defectos” que tanto te molestan, como el que me guste escribir, tener amigos y paradójicamente estar solo, no levantar la tapa del baño, o dejar tirada la ropa por todas partes, en vez de empujarte la cara y embarrar los sesos en el cristal, me detengo, te doy un beso en la mejilla, pongo mi cabeza en tu hombro y continuo escuchando la letanía que sale de tus labios. Al terminar extiendes un brazo y lo pasas por mi cuello, siento el olor de tu piel y pienso ¡qué gran cabrona! y respiro profundamente.

lunes, 12 de mayo de 2008

DF, año 2030

Es el año 2030, desperté después de trece años de haber caído profundamente dormido, en este ausentismo que los que saben, llaman “coma”. Recuerdo que era el 2007 cuando tuve aquel accidente que desconectó de mi Distrito Federal, del mismo que por sus calles me llevaban esa tarde a querer atravesar Reforma, tuvo que detenerse ante la manifestación de maestros, los mismos que “enseñan" pero no aprenden. Aquella tarde no sólo detuvieron la ambulancia, sino también mi vida.

DF, año 2030. No sé si es porque aún no despierto del todo pero no logro entender lo que en los medios de comunicación se debate. Según percibo una mayoría partidista ya aprobó tiempo atrás la legalización de la pederastia y la zoofilia, “es una medida de avanzada, de vanguardia” leí había declarado un diputado que en el pasado había sido una importante modelo, de izquierda claro. El debate ahora es si se debe o no permitir “la interrupción” de la vida a partir de los 18 años, es decir, a quienes crean no lograran su proyecto de vida tendrían la posibilidad de “detener su ciclo de vida”.

No puedo creer que hayan pasado solo 23 años y ya se permitan tantos cosas en la capital del país, pero caro lo han pagado porque ni en el 2012 ni en el 2018 “la izquierda” logró ganar la Presidencia, ya que en el resto del país “las mayorías” no piensan igual. No acabo aún salir del asombro cuando leo que en la universidad de la Ciudad imparten licenciaturas tan extrañas como la de “Asistente sexual” con especialidad en menores de edad con indefiniciones en sus preferencias.

La enfermera, Beatriz, me explica que a finales del 2007 la mayoría en la asamblea había logrado dar un marco “legal y digno” a las empresarias del placer, muchas de las cuales ocupaban importantes espacios en la vida política y académica capitalina, parece que una encabeza el Instituto de la Mujer y otra es rectora en la Universidad Padierna Autónoma del DF (UPADF) . Al leer en el diario que un joven político había solicitado la disolución de sociedad de convivencia con “Penchi”, una hermosa perra de extraña raza, por “incompatibilidad de caracteres” me siento en dimensión desconocida, esto va más allá de mis neuronas, que a estas alturas preferirían permanecer dormidas.

Beatriz viste de negro –por aquello de ejercer su libertad- es una emo y sabe de mis emociones, de la tormenta interna y del tsunami de mi sangre, ella es sensible y lo percibe, me abraza y explica que han surgido otros partidos, que si la mega izquierda y la ultra derecha, me explica del gran desempleo generado por no haberse hecho reformas energéticas, laborales, ni fiscales, de cómo se fue terminando el petróleo y como algunos lideres sindicales fueron quemados en pleno zócalo. Me cuenta como un ex gobernador sonorense llegó a ser Presidente y el fracaso del sistema parlamentario en México. Trato de entender los cambios en tan poco tiempo, la distribución de la Ciudad por colonias de tribus urbanas, y la aceptación de recursos del narcotráfico para campañas políticas y para construcción de unidades habitacionales.

La enfermera me cuenta que los nietos de Slim han privatizado el centro histórico y se de debe pagar una cuota para acceder a esa zona, que cobran cover para entrar a catedral o para acceder a las zona comercial “Bejarano´s Ligas Shop”.

Ella explica que empezaron con el aborto, siguieron con la eutanasia, la legalización de la prostitución, la pederastia, la zoofilia y ahora están con la discusión de la interrupción voluntaria del ciclo de vida cuando se considera los proyectos de vida ya se perdieron. Creo que debí haberme quedado dormido más tiempo o de plano no despertar jamás… ¿habrá alguna ley que me permita regresar al pasado? No entiendo ¿Qué no escucharon a las minorías de las que hablan a nivel federal? ¿no realizaron foros ni hicieron grandes debates? ¿No hubo referéndum ni plebiscitos? Desperté abruptamente y me di cuenta que soñé que había soñado.

domingo, 11 de mayo de 2008

Un día triste

Todas las mañanas desde que llegue esta Ciudad, al arribar justo ala estación del metro más cercana a mi lugar de trabajo, un niño se me acercaba y me pedía una ayuda.

Inteligente y vivaracho el pequeño con el mejor nombre que un hombre pueda tener “Jesús”, se acercaba a mí y me decía: “Papá, papá, dame un peso”. Astuto e inteligente supo identificar uno de mis tantos vacíos y cada mañana por muy cansado o fastidiado que estuviera me levantaba el ánimo, pues me veía a lo lejos y entre el tumulto me identificaba para después gritar “Papá…aquí estoy” yo le alzaba la mano derecha y el a veces corría y se acercaba.

Era una extraña complicidad, mezcla de quien se sabe engañado y quien se sabe descubierto. A veces mientras ascendía por las amplias escaleras que conducen a la superficie me gritaba “ten un buen día Papá”.

Hace unos días que no lo saludaba por lo que pregunté a otros niños “¿dónde se metió Jesús?, No lo he visto”, uno de ellos de golpe me dijo “se quedó en el viaje”; No lo podía creer ¿Por qué?

Ya no habrá quien me levante el ánimo en las mañanas, ni que me recuerde una parte de los tantos vacíos que tengo. Seguramente mientras suba por las amplias escaleras que me llevan a la oficina me cuestionaré ¿por qué no hice algo por él? Tal vez escucharé el dulce eco de su voz que me grite “Papá ten un buen día”, quizá mi cuerpo vibrará por dentro pero lo mantendré relajado por fuera, las piernas firmes para dar bien los pasos en mi camino y pisar cada escalón hasta ascender y llegar al asfalto que tantas almas solitarias sostiene.

viernes, 9 de mayo de 2008

A los amigos que he perdido en el camino

Política y religión debe ser temas prohibidos entre dos personas que coinciden en muchos puntos menos en algunos que por lo polémico se deberáin evitar. Las posturas se polarizan, los ánimos escalan y los buenos recuerdos se borran. Si, debe haber una ley que prohíba abordar en lugares públicos y privados asuntos espinosos, argumentos encontrados y pensamientos opuestos entre quienes se quieren tanto.

Cuando escuchas hablar de cosas que no compartes puedes dar el avión o combatirlo sin tregua, pero
cuando te enfrentas con ideas con alguien con quien compartes tantos recuerdos de das cuenta que tal debate no aleja sino fortalece ¿Por qué?

Si en verdad conoces a tu interlocutor sabes que debes respetar su espacio, reconocer su derecho y tratar de explicar su decisión; porque es el ejercicio de su derecho a manifestarse, a disentir y refutar lo que muestra la libertad de la que disfrutamos y que nos pertenece por el simple derecho de existir. No compartes claro, pero respetas. Sin duda, de las cosas que nos distingue de los entes irracionales están la consideración y la deferencia.

A veces quisieras que tus amigos, hermanos, primos y compañeros de toda la vida pensaron igual que tú, estuvieran a tu lado, defendiendo la misma lucha, librando el mismo combate, compartiendo la misma disputa o participando en el mismo frente, para cobijar y ser cobijado, para proteger y ser protegido, para abrazar cuando se es derrotado, pero la realidad aplasta, la vida cingla, los golpes cimbran y los caminos se eligen.

Cada cual arma su propia personalidad y observa como se forma su amigo, hermano, primo o compañero, por eso es que tienes deferencia, por eso tienes consideración, por eso respetas. Negar su derecho a discrepar sería tanto como negar tu existencia misma y representaría borrar los gratos recuerdos coleccionados a lo largo de tu vida. Eso pasa, si pasa, hasta entre quienes se quieren tanto. Si pasa, hasta entre los amigos de siempre, algunos de los cuales se han quedado en el camino. Y la vida, la vida sigue.

jueves, 8 de mayo de 2008

A mis madres !

Solamente dos veces he soñado con mi madre muerta, una hace siete años, antes se sufrir un gran accidente y la semana pasada, antes de perder a un buen amigo. En la primera ocasión ella me ofreció un regalo al que yo me negaba a recibir, lo importante para mi era abrazarla fuertemente, temblaba y lloraba inconsolable mientras la rodeaba con mis brazos; en la segunda, ambos estábamos en camas de hospital, separados a menos de un metro de distancia, el doctor anunciaba mi muerte y me respuesta era: no importa estoy con ella.

Más de veintisiete años de no tenerla y aún puedo percibir el olor de su piel, el sonido de su voz, el calor de su abrazo y su inexplicable mirada, esa mirada tan especial que siempre me enviaba mensajes cuando nuestros ojos se encontraban. Pocos años la disfruté pero fueron suficientes para tener una presencia continúa en cada paso de mi vida. Su lugar lo llenó la abuela, una grandiosa mujer que contaba historias y que me aseguraba yo era el preferido por ser “negrito”. Querida por todos quienes la conocían y con el mayor número de “nietos” que he sabido, le surgían de forma espontánea pero explicable. Bastaba cualquier frase que soltara para sentir que ya la amabas.

Con ella estuve más tiempo, era amorosa, platicadora, bromista y ocurrente ¡que bien nos la pasábamos! a su sepelio, al igual que el de mi m adre, acudieron muchísimas personas, lo cual no fue hecho fortuito. A ambas las añoro pero no las lloro. Les di lo que de acuerdo a mi edad y posibilidades pude y les aprendí el amor a la vida. Cada día era una hazaña, un reto, una oportunidad. Que bien me siento que les di el tiempo exacto y les dije las palabras correctas. ¡Felicidades donde se encuentren! Tuve el privilegio que fueran ellas las que me tocaran. Como dijera el maestro Sabines: ¡Que Dios bendiga a Dios!


Viejo, mi querido viejo

Si me pidieran que en dos palabras encerrara los conceptos de carácter, firmeza, honestidad, ejemplo y rectitud, sin pensar, mi respuesta de inmediato sería: Alfonso Gómez, mi abuelo. ¡Que orgullo es ser tu nieto! pensé más de dos veces mientras lo observaba cuando platicábamos. Veía sus gestos, la forma de mover las manos, su hablar pausado pero enérgico, esas palabras surgidas de un hombre que sabe de qué va la vida. Un hombre que abarca todo el contenido de la palabra.

Me sumerjo en mis recuerdos y desde siempre me he sentido bien a su lado. Como olvidar las tantas veces que caminamos medio pueblo para acompañarlo a misa y en ese largo andar las tantas voces que se referían a él como “abuelo”. Continuábamos la marcha me tomaba del brazo y ponía su mano en mi hombro y yo me sentía tan orgulloso.

No olvido nunca esa enérgica voz que poco a poco se va apagando por ese cruel juego que nos hace la vida y al que no todos tenemos el valor de enfrentar. La misma voz que se refiero a mí como “negro”. La misma voz que me ha señalado los errores y que acepto sin regateos porque en la mayoría de casos posee la razón.

Alfonso Gómez completo, fuerte y pensante, se queja de cosas y se ríe de otras, señal de que esta vivo; el hombre que como siempre lo ha demostrado con su entereza y fuerza moral no se ha dejado abatir pero sabe que llega el momento de ceder. La firmeza va tejiendo matices y él lo sabe. Ceder sin conceder, aceptar sin declinar, vivir y cuestionar, de eso se trata.

Me enseñó a caminar, cuidó de mis pasos y ahora tendría que cuidar los suyos, porque sigue siendo aquel gigante de quien me aferraba para continuar mi primer andar y ante quien tendría deslizarme para besar sus pies. Su voz demuestra que envejecer es como subir por una colina, donde los pasos se vuelven más lentos y la fuerza de pierde, pero la vista es más clara, transparente y reflexiva. Para sus nietos, ese es nuestro hombre, porque todos tienen sus héroes pero él es el nuestro. Viejo, mí querido viejo.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Gracias a la vida !

Barrio de Belém. Lisboa, Portugal

Esta mañana he abierto cada uno de los ojos, observé detenidamente el espacio que esta noche habité, mis caderas impulsaron mis piernas hacia el piso y cada una de ellas se dirigió hacia el lavabo donde un golpe de agua helada me despertó completamente. Sentí cada parte de mi cara que mis completas manos golpearon así al amanecer. Con esa agua helada que me hizo sentir muy vivo.

Me dirigí al salón donde levanté el teléfono y hablé a mi familia, luego me senté frente a la computadora y respondí un par de mensajes de amigos. Absorbí un trago de café y me asomé por la ventana para ver a mis pies a esta Ciudad, la que nunca duerme y siempre se mantiene alerta.

Alguien dijo la gratitud es la memoria del corazón. Tenemos ojos para observar, brazos que extender, manos que abrir, piernas que impulsar, olores que absorber, memoria para recordar y latidos que sentir. ¿Necesitas más?