Hola Susana:
A penas te conozco y no puedo dejar de preguntarme cómo pude vivir sin ti. Tu mirada quedó impregnada en mi memoria. El solo recordarte me agita el corazón, enchina la piel y provoca una corriente de emoción que golpetea toda la parte interna de mi piel, como queriendo salir por los poros. Sabes, debo confesarte que te quiero en la mañana, a medio día y por la noche, a veces te prefiero cuando te sueño porque es cuando más atrevida eres, me dejas rozarte la espalda con mis dedos y darte un beso detrás de las orejas. Si, te quiero mientras te quiero ¿se podría querer más?
A t t e
Un hombre enamorado
A penas te conozco y no puedo dejar de preguntarme cómo pude vivir sin ti. Tu mirada quedó impregnada en mi memoria. El solo recordarte me agita el corazón, enchina la piel y provoca una corriente de emoción que golpetea toda la parte interna de mi piel, como queriendo salir por los poros. Sabes, debo confesarte que te quiero en la mañana, a medio día y por la noche, a veces te prefiero cuando te sueño porque es cuando más atrevida eres, me dejas rozarte la espalda con mis dedos y darte un beso detrás de las orejas. Si, te quiero mientras te quiero ¿se podría querer más?
A t t e
Un hombre enamorado
No hay comentarios:
Publicar un comentario