miércoles, 25 de febrero de 2009

Algunos sueños pueden alcanzarse

Una gota de miel

miércoles, 18 de febrero de 2009

Vivir

Hoy no ha sido un buen día. Me siento como si hubiera participado en una pelea de box donde fui el perdedor. Continúo agripado, con malestar general y para colmo no se me quita un dolor en el pecho, del lado derecho, probablemente producto de un mal movimiento en el gimnasio. Las noticias son malas, más que malas… pésimas. Leo en algún portal que irónicamente la dirigente del PRI pide a los electores que no se dejen manipular, el Secretario de Economía visualiza un narcopresidente para el 2012 y el Vaticano revela la diferencias de hombres y mujeres en cuanto a pecados se refiere, lujuria los primeros y soberbia las segundas. Salgo de la oficina para dirigirme a mi casa y el mundo me muestra su otra cara.

Me encuentro a Alejandro quien es un joven que utiliza silla de ruedas para llegar al trabajo, en esta ocasión por lo menos tres jóvenes lo ayudan a bajar en las largas escaleras que lo llevaran hasta donde por fin, él solo se podrá mover, una vez en el suelo sin obstáculos y al transcurrir un amplio tramo no falta algunas personas que se acerquen a él para ayudarlo a subir otras enormes escaleras que lo conducirán, finalmente, a su ruta del metro para llegar a casa. Pensar que es algo por lo que tiene que pasar diariamente, por las mañanas y por las tardes, y que siempre hay personas dispuestos a ayudarle recibiendo como pago una sonrisa, es cuando veo un ejemplo de vida y me rio de lo frivolo que, en ocasiones, puedo llegar a ser, para después preguntarme ¿quién dijo que todo está perdido?

martes, 10 de febrero de 2009

Slim, el rostro del cinismo

Con toda impudencia y obscenidad descarnada Carlos Slim se presentó en el Foro denominado ¿Qué hacer para crecer? y criticó el esquema que paradójicamente lo convirtió en el segundo hombre más rico del planeta. Llegó, apuntó, crítico, visualizó, alarmó y finalmente huyó.

Irónicamente dijo que no quería ser catastrofista por lo que dulcemente pronosticó el quiebre de muchas empresas, cierre de comercios, locales vacíos y una tasa de desempleo no vista en los últimos 80 años.

Alguien con un poderío económico de tales dimensiones y cabeza de tantas empresas no aprovechó un foro así para señalar salidas, es más, nunca escuchamos que anunciará baja a las tarifas de interconexión ni de las de pre pago, reducción al costo de las llamadas de Telcel o de los alimentos en Sanborns, o negociaciones especiales a los deudores de inbursa, sin embargo, se pronunció por rechazar la inversión extranjera ¿y eso?

El empresario no quiere que foráneos inviertan en México, ya sea por el temor a una verdadera competencia o el fin de sus monopolios. De repente recordé que se ha opuesto a la reforma que permitiría inversión extranjera directa hasta en un 100% de redes públicas de telecomunicaciones.

El panorama lo tiene claro. La idea es fortalecer a las empresas mexicanas para competir fuera, pero que no se fortalezca la competencia en México. Es bastante evidente que tonto no es, pero alarmar y asustar a la inversión extranjera para que no inviertan en México hace a Carlos Slim la materialización de la desvergüenza, el desaseo y, sin duda, el ejemplo más claro del sinónimo de cinismo.